Muchas personas se rechazan a sí mismas porque hay algo de ellas que no les gusta y se dicen que en el momento en que lo cambien podrán sentirse satisfechos consigo mismos: “cuando adelgace podré sentirme bien”, “cuando sea capaz de hablar en público dejaré de sentirme inferior”, “cuando consiga tener pareja me sentiré valioso”.
En realidad, esto nos está hablando de otro problema mayor, que es la baja autoestima.
La autoestima, cuando está condicionada al éxito, a los logros o a la aceptación de los demás no es una verdadera autoestima. Es natural querer mejorar y superar las propias dificultades, pero no como algo indispensable para sentirnos bien con nosotros mismos.
El problema surge cuando en vez de aceptarnos tal y como somos nos exigimos ser como creemos que debemos ser o como los demás quieren que seamos, intentando satisfacer sus expectativas. Nos empeñamos en alcanzar un imposible “yo ideal”, y esto nos conduce a la frustración y aumenta nuestro auto-rechazo y nuestro sentimiento de baja autoestima.
Tener autoestima supone valorarte por el hecho de ser quien eres. No es considerarte mejor que nadie, sino aceptarte con tus defectos y virtudes, de forma incondicional. Cuando nos aceptamos y queremos tal y como somos, nos es más fácil crecer y mejorar en todos los aspectos de nuestra vida. Como decía Fritz Perls, “Ahora que me acepto es cuando realmente puedo cambiar.”
En Psicólogos Fernández te ayudamos a subir tu autoestima.