Cada persona es un mundo como para dar una serie de pautas generales a llevar a cabo por cada uno de nosotros. Pero sí podemos establecer una base de aquellas rutinas que, independientemente de nuestros horarios de trabajo o estilo de vida, pueden ayudarnos a conectarnos con quienes somos y quiénes queremos ser, teniendo siempre el foco de atención en nuestro día a día.
¿Qué te parece si empiezas a hacer algún cambio para poder atenderte y no actuar sólo en piloto automático por el propio ritmo del día a día y de las responsabilidades?
Te propongo algunas recomendaciones que pueden ayudar a que tu día a día no sólo se centre en “llegar a todo”, en la “exigencia” y en la responsabilidad. Pero antes de ello, también creo importante que te preguntes qué necesidades tienes en este momento y qué circunstancias te rodean, porque teniendo en cuenta el contexto, podemos ser más consecuentes con lo que ahora mismo necesitamos.
¿Qué puedo hacer para mejorar mi rutina?
1. Escribe
Haz listas, programa, planifica: “saca de la cabeza” todo aquello que te preocupe, atiende un tiempo a tus preocupaciones, a tu organización diaria, semanal, tus tareas pendientes, citas importantes etc. Es una buena manera de dejar libre nuestra cabeza y no estar repitiendo constantemente “me tengo que acordar de”, “ que no se me olvide…
2. Cuidado diario
¿Cuál es tu actividad de autocuidado y momento agradable del día? No necesitamos nada extraordinario. Piensa en una actividad que tan sólo te lleve 10 minutos. Seguro que la encuentras y te sientes reconfortado/a al hacerla.
3. Lleva a cabo una rutina de desactivación antes de dormir
¡Qué importante es el descanso óptimo! Muchas veces aún llegamos acelerados, activos a la cama que además incrementamos con el uso de pantallas. ¿Por qué no las dejas de lado e inviertes ese tiempo a respirar, meditar, escuchar música, un podcast o leer? De esta manera estaremos enseñando a nuestro cerebro a que en ese final del día sólo necesita relax, tranquilidad. Que no necesita nada que le active, y poco a poco, irá desactivando con lo que conseguiremos dormirnos de manera óptima.
4. Actividad física diaria
No necesitamos horas de gimnasio ni horas de dedicación. Si tenemos poco tiempo podemos dedicar a esa actividad menos tiempo, pero de una forma gratificante , lo suficiente como para ayudar a regular nuestras emociones y para que podamos disfrutarla.
5. Reconectando
Los fines de semana que sean también tranquilos, en contacto contigo mismo , con la naturaleza.
Tips extras
6. Programa un tiempo para hablar de problemas, quejas y críticas.
Salte de ahí. No necesitas estar horas y horas en lo mismo, porque resta energía. Acompaña cada queja de algo positivo. La queja te aleja de aceptar. En cambio, si aceptas puedes aprender y poner en práctica nuevas soluciones.
7. Expresa sentimientos
Da las gracias, abraza, sé cuidadoso con tu entorno.
8. Rodéate de un entorno que te motive
Que te haga sentir bien, que no tengas sensación de “no debería estar aquí” o para qué habré venido a este plan. ¿Qué personas te limitan en tu vida? A veces hay que tomar decisiones respecto a las personas que pueden desestabilizar tu ánimo o con las que emocionalmente te roben tu energía.
¿Necesitas recomendaciones? Te ayudamos a mejorar tu rutina diaria y a conocerte mejor a ti mismo/a.
En Psicólogos Fernández Oviedo, estaremos encantados de ayudarte:
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