Debido a las condiciones que atravesamos en la actualidad, la precariedad laboral, los ritmos de vida, las dificultades en la conciliación familiar, a veces resulta muy difícil poder llevar a cabo una educación coherente y consistente para los más pequeños. Muchas de estas dificultades pueden dar lugar a la aparición de problemas de conducta en los niños y favorecer la aparición de problemas de autoestima, dependencias y adicciones
Nuestra labor en la escuela de padres es orientar a los progenitores para favorecer una educación basada en el amor, en el respeto, en la comunicación y en la confianza estableciendo los límites necesarios para poder reconducir ciertos comportamientos de los niños y así disminuir la posibilidad de que aparezcan psicopatologías futuras.